Puede que Narbona no sea tan famosa como sus vecinas, pero esta histórica ciudad del sur de Francia tiene su propio encanto. Con sus raíces romanas, sus canales soleados, sus animados mercados y su fácil acceso tanto al Mediterráneo como a los viñedos de Corbières, Narbona es un destino lleno de sorpresas.

Como lugareños, hemos explorado todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer: desde su rica historia hasta sus pintorescos paseos y atracciones culturales. Tanto si vienes por un día como si planeas una estancia más larga, esta guía te ayudará a vivir Narbona como un auténtico conocedor.

- 1. Monumentos históricos de Narbona
- 2. Museos y atracciones culturales en Narbona
- 3. El Canal de la Robine y las zonas costeras de Narbona
- 4. Joyas ocultas y experiencias locales de Narbona
- 5. Experiencias gastronómicas en Narbona
- 6. Naturaleza y espacios al aire libre cerca de Narbona
- Reflexiones finales sobre qué hacer en Narbona…
1. Monumentos históricos de Narbona
Con más de 2000 años de historia, Narbona es una ciudad con un pasado significativo. Fundada por los romanos en el año 118 a. C., pocos saben que Narbona fue la primera colonia romana fuera de Italia y un importante puerto mediterráneo, ¡datos que hacen que la ciudad sea tan interesante de visitar!

Hoy en día, se pueden encontrar vestigios del pasado romano de Narbona por toda la ciudad, junto con impresionantes ejemplos de arquitectura medieval y gótica. Entre los monumentos históricos imprescindibles de Narbona se incluyen:
Catedral de Narbona (Cathédrale Saint-Just et Saint-Pasteur): una obra maestra gótica
En el corazón de Narbona se encuentra una impresionante catedral gótica inacabada, con impresionantes vidrieras y hermosos claustros de piedra.

Consejo personal: Para disfrutar de una vista única de la azotea de la Catedral de Narbona, suba a la cima del Donjon Gilles Aycelin.

Palacio Arzobispal: una fortaleza en el corazón de la ciudad
El Palacio de los Arqueólogos es un palacio histórico que alberga uno de los museos de la ciudad. Desde el Torreón Gilles Aycelin también se pueden disfrutar de magníficas vistas panorámicas.

Consejo personal: Después de visitar el Palacio Arzobispal, no se pierda los jardines con sus cuidados topiarios. De vez en cuando, se presentan fabulosas exposiciones temporales de arte a la sombra de la Catedral y el Palacio.

Pont des Marchands: Un puente con historia
El Pont des Marchands es un pintoresco puente medieval que antiguamente conectaba el bullicioso barrio comercial de Narbona con el resto de la ciudad. Sus arcos cruzan el Canal de la Robine, añadiendo un toque encantador al paisaje histórico de Narbona.

Consejo personal: Si cruza el Pont des Marchands desde la Place de l’Hôtel de Ville, siga recto durante un minuto para descubrir la Place des Quatre Fontaines. Esta es una plaza encantadora con una peculiar fuente octogonal rodeada de boutiques.

Vía Domitia: Caminando tras las huellas romanas
La Vía Domitia son los restos de una fascinante calzada romana en el corazón de Narbona, visibles en la Place de l’Hôtel de Ville. Esta atractiva plaza se encuentra justo enfrente del Donjon Gilles Aycelin y el Palais des Archevêques.

Consejo personal: Si visitas Narbona durante el período festivo, es probable que la Vía Domitia quede cubierta por las instalaciones navideñas.

2. Museos y atracciones culturales en Narbona
Narbona es una ciudad rica en historia y cultura. Sus museos y sitios culturales ofrecen una comprensión más profunda del pasado de la región. Desde artefactos romanos hasta arte medieval, los museos de la ciudad presentan una amplia gama de exposiciones.

Más allá de sus monumentos históricos, Narbona también cuenta con una animada escena cultural contemporánea, con un dinámico programa de teatro en su Théâtre+Cinéma Scène Nationale y emocionantes actuaciones en el Stade de la Méditerranée.

Desde reliquias romanas hasta vibrantes obras de arte contemporáneo, los museos y espacios culturales de Narbona ofrecen algo para todos los amantes de la historia y la cultura. Aquí tienes algunos lugares imprescindibles en Narbona para sumergirte en el rico patrimonio cultural de la ciudad:
Musée Narbo Via: descubre la antigua Narbona
El Museo Narbona Vía es un museo moderno con el diseño clásico de una villa romana que recorre la historia romana de Narbona. Su colección incluye más de 6000 piezas, entre ellas impresionantes mosaicos y esculturas. Una de las piezas más destacadas es una colección de más de 1000 lápidas funerarias antiguas excavadas en las murallas medievales de la ciudad.

Consejo personal: Aparca gratis en el aparcamiento del teatro. El museo está a solo 4 minutos a pie. También puedes disfrutar de un paseo de 20 minutos por el Canal de la Robine desde la Place de l’Hôtel de Ville, en el centro de Narbona.

Horreum Romain: almacenes subterráneos romanos
Uno de los yacimientos arqueológicos únicos de Narbona son los depósitos subterráneos romanos bien conservados que datan del siglo I a. C.

Este fascinante sitio cuenta con extensos pasajes subterráneos que a niños y adultos les encantará explorar. ¡También es el lugar perfecto para escapar del calor del verano!

3. El Canal de la Robine y las zonas costeras de Narbona
Serpenteando por el corazón de Narbona se encuentra el Canal de la Robine, una vía fluvial declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, rama del famoso Canal du Midi. Ya sea paseando por sus pintorescas orillas, explorando los animados mercados o disfrutando de un paseo en barco, la zona costera ofrece numerosas maneras de experimentar el relajado ambiente del sur de Francia en Narbona.

Canal de la Robine: una vía fluvial pintoresca
El Canal de la Robine no es solo una vía fluvial histórica, sino también uno de los lugares más pintorescos de la ciudad. Bordeado de plátanos que proporcionan una agradable sombra en los meses más cálidos, ofrece un entorno precioso para un tranquilo paseo a pie o en bicicleta.

A lo largo de las orillas del canal, el Promenade des Barques y el Cours Mirabeau le invitan a relajarse y disfrutar del sol mediterráneo. Disfrute de uno de los numerosos bares y restaurantes que bordean el canal o visite los mercados locales que se celebran aquí con frecuencia.

Cruzar el Pont des Marchands (uno de los pocos puentes habitados que quedan en Francia) solo aumenta el encanto, con su hilera de tiendas que recuerdan el pasado medieval de la ciudad.
Consejo personal: si busca un auténtico restaurante francés junto al canal, algunos de nuestros lugares favoritos incluyen En Face y Le Quai.
Les Halles de Narbonne: el paraíso de los amantes de la comida
A pocos pasos del canal, Les Halles de Narbonne es uno de los mercados interiores más famosos del sur de Francia. Ubicado en un hermoso pabellón del siglo XIX, el mercado es un animado centro donde los lugareños compran productos frescos, carnes, mariscos y especialidades regionales.

Abierto todas las mañanas, es el lugar perfecto para experimentar los sabores de la región y empaparse del ambiente auténtico.
Consejo personal: Para disfrutar de una experiencia gastronómica única, no deje de comer en Chez Bebelle en Les Halles. Para evitar decepciones, llegue justo antes del mediodía de martes a sábado.

4. Joyas ocultas y experiencias locales de Narbona
Más allá de sus lugares emblemáticos, Narbona esconde numerosos tesoros por descubrir. Desde pasadizos medievales secretos hasta antiguas ruinas romanas y animados mercados locales, estos lugares menos conocidos ofrecen una conexión más profunda con la rica historia y la vida cotidiana de la ciudad. Aquí tienes algunas experiencias únicas que harán tu visita aún más especial:
Gilles Aycelin Donjon: Una torre con vistas a Narbona
Para disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de Narbona, suba a la cima del Donjon Gilles Aycelin, una torre medieval adosada al Palacio de los Arqueólogos en el centro de Narbona.

Construida a finales del siglo XIII, esta imponente estructura ofrece una impresionante perspectiva de 360 grados de los tejados de la ciudad, el Canal de la Robine e incluso los lejanos Pirineos en un día claro.

Las Calles Viejas y La Louve de Narbonne
Pasear por las antiguas calles de Narbona es como retroceder en el tiempo. Mientras explora, esté atento a las fachadas centenarias, los patios ocultos y los detalles arquitectónicos que cuentan la historia del corazón medieval de Narbona y sus vínculos con la época romana.

Escondido entre los callejones sinuosos, busque una réplica de la Loba de Rómulo y Remo, regalada a la ciudad por Roma en 1982 para celebrar el 2100 aniversario del nacimiento de Narbona.
Consejo personal: La escultura se encuentra en lo alto de la calle, sobre un arco que da acceso a la Plaza del Foro. Puede admirar la reproducción original, donada, de La Louve du Capitole en el Palacio de los Arqueólogos.

Clos de la Lombarde: las ruinas romanas olvidadas de Narbona
Si bien la Vía Domitia de Narbona es una reliquia romana muy conocida, el Clos de la Lombarde es una auténtica joya escondida. Este yacimiento arqueológico poco visitado revela los restos de una zona residencial romana, con suelos de mosaico, murales y restos de termas.
Las excavaciones han revelado información valiosa sobre la vida cotidiana en la antigua Narbo Martius (Narbona), lo que la convierte en una parada fascinante para los amantes de la historia.
Mercados semanales y mercado navideño festivo de Narbona
Los mercados son el corazón de la vida en Narbona y ofrecen una forma vibrante de experimentar la cultura local. Además de las famosas Halles de Narbona, hay mercados al aire libre en Narbona que se celebran varias veces por semana y en los que se vende de todo, desde productos frescos hasta antigüedades.

Si visitas Narbona en diciembre, no te pierdas el Mercado Navideño de Narbona. En esta época, la ciudad se transforma en un paraíso invernal con chalets festivos, luces centelleantes y dulces de temporada.

5. Experiencias gastronómicas en Narbona
Ninguna visita a Narbona está completa sin disfrutar de su oferta gastronómica. Desde animados mercados hasta restaurantes de alta cocina, la ciudad ofrece una mezcla de sabores tradicionales y gastronomía moderna. Ya sea saboreando marisco fresco, descubriendo vinos regionales o disfrutando de una animada comida en un restaurante local, Narbona es un lugar ideal para los amantes de la gastronomía.

Les Grands Buffets: Un festín para los sentidos
Una de las experiencias gastronómicas más famosas de Narbona, Les Grands Buffets, es una visita obligada para quienes aman la variedad y el lujo. Conocido por ofrecer la mayor selección de cocina francesa de autoservicio del mundo, es una celebración de los sabores regionales, que incluye desde foie gras y mariscos hasta una impresionante barra de quesos y una exquisita selección de postres.
Consejo personal: Para disfrutar de esta experiencia gastronómica única e inolvidable, ¡reserva con antelación! Les Grands Buffets en Narbona es increíblemente popular.
Les Halles de Narbonne: el corazón de la gastronomía local
Visitar Les Halles de Narbonne, el famoso mercado cubierto de la ciudad, es una experiencia en sí misma. Abierto todas las mañanas, este vibrante mercado es el lugar perfecto para disfrutar del ambiente local mientras degusta los mejores productos de la región.

Pase por uno de los puestos de mariscos para comprar ostras frescas, pruebe quesos y charcutería elaborados localmente o disfrute de un café mientras observa a los lugareños realizar sus compras diarias.
Consejo personal: Dentro del mercado se destaca Chez Bebelle, donde el dueño grita teatralmente órdenes a través de los pasillos a los carniceros, quienes arrojan carne fresca que se cocina directamente en la parrilla.
Experiencias de vino y viñedos cerca de Narbona
Como antigua capital de la Galia romana, Narbona tiene una rica tradición vitivinícola y los viñedos circundantes del Languedoc producen algunos de los mejores vinos de Francia.

Un lugar único para disfrutar de una cata es la Abadía de Fontfroide, donde los monjes cistercienses cultivaron viñedos durante siglos. Hoy, la abadía continúa esta tradición, produciendo elegantes tintos, blancos y rosados que pueden degustarse in situ en un entorno tranquilo e histórico.

Para quienes deseen explorar más a fondo, el Château de l’Hospitalet, ubicado en el Macizo de la Clape, es otra fantástica opción. Este galardonado viñedo ofrece catas maridadas con gastronomía gourmet, todo ello con un telón de fondo de ondulantes colinas y paisajes mediterráneos.
Especialidades regionales tradicionales para probar durante su estancia en Narbona
La gastronomía de Narbona está profundamente arraigada en las tradiciones locales. Aquí tienes algunos platos imprescindibles:
- Cassoulet: Un plato contundente de cocción lenta con judías blancas, pato y salchicha de Toulouse. Un plato básico y contundente del sur de Francia, originario de Castelnaudary.
- La Tielle Sétoise: un delicioso pastel de pulpo y tomate, originario de la cercana Sète pero popular en los mercados de Narbona.

- Bourride: Un guiso de pescado mediterráneo similar a la bullabesa, típicamente elaborado con rape y salsa alioli de ajo. Otro plato originario de Sète.
- Mariscos a la parrilla – Gracias a la proximidad de Narbona a la costa, los mariscos frescos como los mejillones, las almejas y la lubina son los favoritos del menú.
6. Naturaleza y espacios al aire libre cerca de Narbona
Rodeada de impresionantes paisajes, Narbona ofrece numerosas oportunidades para disfrutar de la naturaleza. Ya sea que desee explorar abadías históricas, relajarse en playas de arena o avistar la fauna en las lagunas cercanas, la belleza natural de la región siempre está a su alcance.
Abadía de Fontfroide: Historia en un entorno natural impresionante
Ubicada en las colinas de Corbières, a las afueras de Narbona, la Abadía de Fontfroide es un antiguo monasterio cisterciense bellamente conservado, rodeado de viñedos y bosques de pinos mediterráneos.

Los visitantes pueden explorar los claustros, los jardines y la iglesia románica de la abadía mientras disfrutan de la atmósfera tranquila.
Para saber más sobre esta abadía histórica y qué ver durante su visita, consulte nuestra guía detallada de la Abadía de Fontfroide.
Narbonne-Plage: sol, mar y arena
A solo 15 kilómetros de la ciudad, Playa de Narbona cuenta con una extensa playa de arena, perfecta para nadar, tomar el sol y practicar deportes acuáticos. Este tranquilo enclave costero es uno de los favoritos tanto de locales como de visitantes, ofreciendo una alternativa más relajada a los concurridos centros turísticos del Mediterráneo.

Un recorrido panorámico por el Macizo de la Clape (parque natural protegido) hace que el trayecto a la playa sea tan placentero como el destino. Descubre más en nuestra guía de playas de Narbonne.
Gruissan: encanto costero y vida salvaje
A un corto trayecto en coche desde Narbona, el pueblo costero de Gruissan es famoso por sus cinco impresionantes playas, sus tradicionales chalets sobre pilotes y sus mariscos frescos.

Con vistas al pueblo, la Tour Barberousse (Torre de Barbarroja) ofrece vistas espectaculares sobre la circulade (pueblo circular), las lagunas y las salinas rosas.

Gruissan también es un lugar fantástico para los amantes de la naturaleza, con senderos a través de los humedales donde se puede observar la avifauna local, incluyendo flamencos. Descubra los mejores lugares en nuestra guía de playas de Gruissan.
Laguna de Bages-Sigean: un paraíso para los flamencos y los amantes de la naturaleza
Entre los pueblos de Bages y Peyriac-de-Mer, el Étang de Bages-Sigean es una vasta laguna repleta de fauna. Este tranquilo espacio natural es perfecto para la observación de aves, donde es frecuente avistar flamencos vadeando en las aguas poco profundas.

Una pasarela de madera en Peyriac-de-Mer permite a los visitantes caminar a través de la laguna, ofreciendo vistas impresionantes del paisaje circundante.
Parque de la Campane: una escapada verde en Narbona
Para un remanso de paz en Narbona, el Parc de la Campane ofrece un espacio exuberante y sombreado, ideal para un paseo relajante o un picnic. Con sus senderos bien cuidados, vegetación mediterránea, pinares y un entorno apacible, es un lugar ideal para descansar del turismo y disfrutar de un momento de tranquilidad.

Reflexiones finales sobre qué hacer en Narbona…
Narbona es una ciudad que combina una rica historia, pintorescos canales, mercados vibrantes y una próspera escena gastronómica y vinícola, todo ello con el sol mediterráneo como telón de fondo.
Ya sea que esté explorando su pasado romano, paseando por el Canal de la Robine, descubriendo joyas ocultas o deleitándose con la cocina local, Narbona ofrece un sabor verdaderamente auténtico del sur de Francia.
Con su mezcla única de cultura, naturaleza y gastronomía, es un destino que invita a reducir la velocidad y experimentar el encanto de “la belle vie”.